AGRADECIMIENTO

Si a alguien tenemos que agradecer los caricaturistas –sobre todo los que tenemos un estilo más realista– es a los fotógrafos de prensa.

¿Qué haríamos sin ellos? ¿Cómo hubiéramos podido captar la cara de idiota de Zedillo? ¿Cómo hubiéramos podido repetir una y mil veces la escena de Humberto Roque haciendo la ya legendaria "roqueseñal", si un fotógrafo no lo hubiera atrapado en ese momento crucial de su vida? ¿De qué otra manera hubiéramos podido reproducir la expresión de Fox en toda su orfandad cerebral? ¿Cómo hubiéramos tratado de abarcar el volumen de Carstens sin la ayuda de 10 o más obturadores abriéndose al mismo tiempo? ¿Cómo, en fin, podríamos ahora alcanzar a percibir la figura de Calderón, si no es por las potentes lentes de las cámaras de los fotógrafos de prensa?

Yo, en verdad, estoy en eterna deuda con ellos.

Hay particularmente dos grandes fotógrafos mexicanos, cuyo trabajo me ha inspirado y me ha ayudado en decenas de ocasiones. Ellos son Héctor García y Nacho López, dos grandes artistas de la cámara.

En varios de mis cartones, me he fusilado su obra, como puede verse en estos dos ejemplos.

Nacho López:



Hector García:




A ellos, y a todos los fotógrafos de prensa que hacen mucho más fácil nuestro trabajo, les agradezco eternamente, y les pido una disculpa por copiar descaradamente los rasgos que ellos captan.

Pero, ¿qué acaso, ellos no hacen lo mismo, al arrebatarle a los retratados, el alma visible de su apariencia?