miércoles, 22 de septiembre de 2010
sábado, 11 de septiembre de 2010
¡VIVA NUESTRA INDEPENDEJENCIA!
Hoy, sábado 11 de septiembre, comenzó a circular el numero 207 de El Chamuco. Una vez más me tocó hacer la portada.
Es el número del Bicentenario de la Independencia. Por más que le pensé, me rehusaba a dibujar en la portada a los mismos personajes de siempre (Calderón, Carstens –ah, no; ése ya no, el único personaje divertido para dibujar del gabinete, y nos lo quitan–, Gómez Mont –ah, no; ese ya tampoco–, Elba Esther Gordillo, etc.) personificados como los héroes de la Independencia.
Después de oír la maravillosa canción del Bicentenario que escribieron Jaime López y Aleks Syntek, y de leer las declaraciones del gran prócer Cristian Castro diciendo que sus personajes favoritos del Bicentenario son "Octavio Paz y la chica de la Cruz", pensé que lo mejor era tratar de ilustrar la pendejez y frivolidad panista que han caracterizado estas celebraciones.
Lo primero que se me ocurrió fue poner a los héroes como personajes de la obra de ese gran intelectual panista: Chespirito. Así que Hidalgo aparecería como el Chavo, Morelos como el señor Barriga, La Corregidora, obviamente, como doña Florinda, Guerrero como don Ramón y Allende como el profesor Jirafales. El problema fue que, al dibujar a los héroes sin sus clásicas vestimentas, quedaban totalmente irreconocibles. Hidalgo, sin su sotana y su estandarte, y con la gorra del Chavo, no era sino sólo un anciano ridículamente disfrazado del Chavo del 8. ¡Es más, parecía el mismo Chespirito en la actualidad caracterizando a su propio personaje!
Después pensé en representar a los héroes bailando y cantando como los de Timbiriche. Es claro que, si algo caracteriza a la generación de los actuales treintones y cuarentones de clase media arribista que sintetiza la filosofía panista, es Timbiriche. Es más, el actual vocero del PAN y anterior jefe de prensa de Calderón, fue baterista de esta seudobanda que echó a perder irremediablemente el gusto musical de toda una generación.
Pero, ahora, el problema era que los timbiriches no tienen absolutamente ninguna característica propia que pudiera servir para caracterizar a los héroes.
Finalmente me di cuenta de que los verdaderos héroes que han escrito nuestra historia en las últimas décadas son los grandes personajes de la televisión mexicana.
No hay ninguna duda de quién es el verdadero padre de la actual patria:
Ya se ha mencionado quién es una de las grandes inspiraciones:
Y tenemos buenos ayudantes que acatan órdenes servilmente para poder lograr todo esto:
Al armar la portada, me di cuenta de que, para lograr la seriedad y dignidad que todo héroe necesita, al padre de esta patria le hacía falta una buena peluca y una nariz:
Si Televisa se merece todo: un decretazo, una ley a modo, la concesión de la fibra óptica, la concesión del "cuádruple play", más lo que se acumule esta semana, ¿por qué no va a merecer una portada de El Chamuco.
Una más…
¡Viva nuestra Independejencia!
Es el número del Bicentenario de la Independencia. Por más que le pensé, me rehusaba a dibujar en la portada a los mismos personajes de siempre (Calderón, Carstens –ah, no; ése ya no, el único personaje divertido para dibujar del gabinete, y nos lo quitan–, Gómez Mont –ah, no; ese ya tampoco–, Elba Esther Gordillo, etc.) personificados como los héroes de la Independencia.
Después de oír la maravillosa canción del Bicentenario que escribieron Jaime López y Aleks Syntek, y de leer las declaraciones del gran prócer Cristian Castro diciendo que sus personajes favoritos del Bicentenario son "Octavio Paz y la chica de la Cruz", pensé que lo mejor era tratar de ilustrar la pendejez y frivolidad panista que han caracterizado estas celebraciones.
Lo primero que se me ocurrió fue poner a los héroes como personajes de la obra de ese gran intelectual panista: Chespirito. Así que Hidalgo aparecería como el Chavo, Morelos como el señor Barriga, La Corregidora, obviamente, como doña Florinda, Guerrero como don Ramón y Allende como el profesor Jirafales. El problema fue que, al dibujar a los héroes sin sus clásicas vestimentas, quedaban totalmente irreconocibles. Hidalgo, sin su sotana y su estandarte, y con la gorra del Chavo, no era sino sólo un anciano ridículamente disfrazado del Chavo del 8. ¡Es más, parecía el mismo Chespirito en la actualidad caracterizando a su propio personaje!
Después pensé en representar a los héroes bailando y cantando como los de Timbiriche. Es claro que, si algo caracteriza a la generación de los actuales treintones y cuarentones de clase media arribista que sintetiza la filosofía panista, es Timbiriche. Es más, el actual vocero del PAN y anterior jefe de prensa de Calderón, fue baterista de esta seudobanda que echó a perder irremediablemente el gusto musical de toda una generación.
Pero, ahora, el problema era que los timbiriches no tienen absolutamente ninguna característica propia que pudiera servir para caracterizar a los héroes.
Finalmente me di cuenta de que los verdaderos héroes que han escrito nuestra historia en las últimas décadas son los grandes personajes de la televisión mexicana.
No hay ninguna duda de quién es el verdadero padre de la actual patria:
Ya se ha mencionado quién es una de las grandes inspiraciones:
Y tenemos buenos ayudantes que acatan órdenes servilmente para poder lograr todo esto:
Al armar la portada, me di cuenta de que, para lograr la seriedad y dignidad que todo héroe necesita, al padre de esta patria le hacía falta una buena peluca y una nariz:
Si Televisa se merece todo: un decretazo, una ley a modo, la concesión de la fibra óptica, la concesión del "cuádruple play", más lo que se acumule esta semana, ¿por qué no va a merecer una portada de El Chamuco.
Una más…
¡Viva nuestra Independejencia!
miércoles, 8 de septiembre de 2010
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