En campaña, Carlos Salinas proponía el lema "Que hable México", y después demostró que ni nos veía ni nos oía.
El eslogan de campaña de Zedillo fue "Bienestar para la familia", y, con el Fobaproa, nos ensartó una deuda como para diez generaciones.
Fox, candidato de la Alianza por el Cambio, dijo ¡Ya! Y el cambio nunca llegó.
Del "Presidente del Empleo" y del "Vivir Mejor", ya ni hablamos.
Por eso, humildemente propongo que los precandidatos se dejen de engaños y frases huecas, y utilicen para sus campañas, lemas honestos que sí cumplirán de llegar a los Pinos.