miércoles, 29 de abril de 2009
miércoles, 22 de abril de 2009
DIBUJANDO DE CABEZA
Hace muchos años, cayó en mis manos el famoso libro de Betty Edwards, "Aprender a dibujar. Dibujando con el hemisferio derecho".
En este libro se dice que el dibujo es una actividad realizada por el hemisferio derecho del cerebro y que, por lo tanto, para poder aprender a hacerlo, hay que activar voluntariamente dicha parte de nuestra masa encefálica.
Para lograrlo, en el libro se proponen varios ejercicios. Uno de los más divertidos es dibujar de cabeza (no poniéndonos nosotros mismos de cabeza, sino volteando el modelo que vamos a dibujar y copiarlo así). La idea es que, al tratar de dibujar algo que se nos presenta invertido, nuestro cerebro, en lugar de intentar reproducir cosas que reconoce –unos ojos, una nariz, una manzana, un quasar…–, lo que hace es tratar de imitar figuras y formas en abstracto –líneas, contornos, espacios, quasares…– y que, al hacerlo así, en lugar de repetir patrones de imágenes ya identificables, lo que hacemos es realmente dibujar las cosas como las vemos.
Al leer esto, inmediatamente tomé una revista Premiere y me puse como desequilibrado mental a copiar de cabeza todas las fotos que hallaba a mi paso.
De esto hace como 20 años. Hoy encontré los dibujos. Escogí los menos desafortunados para enseñárselos a mis lectores de este blog tamaño carta. A ver si logran identificarlos (Sean magnánimos, recuerden que están hechos de cabeza).
Sinceramente creo que es un muy buen ejercicio de dibujo. Todavía ahora, cuando un retrato me cuesta trabajo, suelo voltearlo y copiarlo de cabeza. Total, el mundo está igual.
P.D. Desde aquí, un gran saludo y un enorme abrazo al gran Ángel Boligán, caricaturista de El Universal y compañero de El Chamuco, por haber sido ganador del Premio Nacional de Periodismo. Aquí pueden disfrutar de sus maravillosos dibujos.
En este libro se dice que el dibujo es una actividad realizada por el hemisferio derecho del cerebro y que, por lo tanto, para poder aprender a hacerlo, hay que activar voluntariamente dicha parte de nuestra masa encefálica.
Para lograrlo, en el libro se proponen varios ejercicios. Uno de los más divertidos es dibujar de cabeza (no poniéndonos nosotros mismos de cabeza, sino volteando el modelo que vamos a dibujar y copiarlo así). La idea es que, al tratar de dibujar algo que se nos presenta invertido, nuestro cerebro, en lugar de intentar reproducir cosas que reconoce –unos ojos, una nariz, una manzana, un quasar…–, lo que hace es tratar de imitar figuras y formas en abstracto –líneas, contornos, espacios, quasares…– y que, al hacerlo así, en lugar de repetir patrones de imágenes ya identificables, lo que hacemos es realmente dibujar las cosas como las vemos.
Al leer esto, inmediatamente tomé una revista Premiere y me puse como desequilibrado mental a copiar de cabeza todas las fotos que hallaba a mi paso.
De esto hace como 20 años. Hoy encontré los dibujos. Escogí los menos desafortunados para enseñárselos a mis lectores de este blog tamaño carta. A ver si logran identificarlos (Sean magnánimos, recuerden que están hechos de cabeza).
Sinceramente creo que es un muy buen ejercicio de dibujo. Todavía ahora, cuando un retrato me cuesta trabajo, suelo voltearlo y copiarlo de cabeza. Total, el mundo está igual.
P.D. Desde aquí, un gran saludo y un enorme abrazo al gran Ángel Boligán, caricaturista de El Universal y compañero de El Chamuco, por haber sido ganador del Premio Nacional de Periodismo. Aquí pueden disfrutar de sus maravillosos dibujos.
viernes, 17 de abril de 2009
martes, 14 de abril de 2009
UNA IDEA DE CARTÓN, POR EL AMOR DE DIOS…
Hace un par de semanas, haciendo como que ponía orden en el Triángulo de las Bermudas (¿pueden creer que no he acabado la mudanza de mi estudio?), encontré este boceto de cartón nonato:
Lo vi y me causó mucha gracia (tal vez porque ese día andaba triste), y me pregunté por qué finalmente decidí no hacerlo. Ya alguna vez había hablado sobre el tema.
Seguro el día que pergeñé esta idea, estaba en crisis moneril. Cuando esto sucede –digamos, cada dos o tres minutos–, suelo consultar mis ideas de cartón con mis colegas El Fisgón y Helguera. De hecho con este último, ha ocurrido, en no pocas ocasiones, que no sólo nos consultamos el cartón y nos comentamos nuestras opiniones al respecto, sino que incluso sugerimos soluciones totalmente distintas a la idea consultada originalmente.
Peor aun. Hemos llegado al extremo de regalarnos una idea de cartón completa. Toda. Con solución gráfica y redacción de texto incluidos.
Debo confesar en este blog tamaño carta, que ha habido días en que los cartones que ven con mi firma, son ideas que realmente le pertenecen a otra persona. Y viceversa.
No me siento mal al confesarlo, porque, realmente eso ha sucedido en muy contadas ocasiones. Aquí les quiero presentar dos.
Este cartón realizado por mí, llamado "En la mira", fue realmente idea de Antonio Helguera:
Y este otro, llamado "Turbulencia", firmado por Helguera, fue idea toda mía:
¿Qué les puedo decir? Si los priístas y los panistas se prestan y copian políticas económicas, y los gobiernos entrantes y salientes se intercambian funcionarios como corcholatas, ¿por qué no habríamos nosotros, de vez en cuando, de regalarnos una pequeña idea de cartón?
Nosotros no le hacemos mal a nadie.
Lo vi y me causó mucha gracia (tal vez porque ese día andaba triste), y me pregunté por qué finalmente decidí no hacerlo. Ya alguna vez había hablado sobre el tema.
Seguro el día que pergeñé esta idea, estaba en crisis moneril. Cuando esto sucede –digamos, cada dos o tres minutos–, suelo consultar mis ideas de cartón con mis colegas El Fisgón y Helguera. De hecho con este último, ha ocurrido, en no pocas ocasiones, que no sólo nos consultamos el cartón y nos comentamos nuestras opiniones al respecto, sino que incluso sugerimos soluciones totalmente distintas a la idea consultada originalmente.
Peor aun. Hemos llegado al extremo de regalarnos una idea de cartón completa. Toda. Con solución gráfica y redacción de texto incluidos.
Debo confesar en este blog tamaño carta, que ha habido días en que los cartones que ven con mi firma, son ideas que realmente le pertenecen a otra persona. Y viceversa.
No me siento mal al confesarlo, porque, realmente eso ha sucedido en muy contadas ocasiones. Aquí les quiero presentar dos.
Este cartón realizado por mí, llamado "En la mira", fue realmente idea de Antonio Helguera:
Y este otro, llamado "Turbulencia", firmado por Helguera, fue idea toda mía:
¿Qué les puedo decir? Si los priístas y los panistas se prestan y copian políticas económicas, y los gobiernos entrantes y salientes se intercambian funcionarios como corcholatas, ¿por qué no habríamos nosotros, de vez en cuando, de regalarnos una pequeña idea de cartón?
Nosotros no le hacemos mal a nadie.
lunes, 6 de abril de 2009
jueves, 2 de abril de 2009
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