El papá de todos los papeles de dibujo es el fabriano. Cuando es grueso, aguanta todo tipo de tintas, acuarelas y hasta acrílico. Para trabajar con tinta china, es muy dúctil y no se chupa la tinta como el córsican.
Para dibujar a lápiz, o como lo he hecho en varios casos, con bolígrafo, prefiero los papeles satinados. Y mi favorito es la cartulina opalina, que también es conocida como sirius satinado.
Ahora bien, hace algunos meses descubrí en Lumen un block de papel, marca Fabriano, satinado, y ha resultado una maravilla tanto para tintas como para lápiz y bolígrafos. Éste es el susodicho:

En este papel estoy haciendo un retrato doble que espero terminar este fin de semana, y que es el pretexto para nuestra nueva:
¡¡¡ADIVINANZA DEL MES!!!
¿Quiénes son estos dos vatos?

No voy a dar ninguna pista porque el retrato de uno de ellos ya está terminado, así que si no se parece, pues no se parece, y ya ni cómo ayudarme. Y una vez adivinando el primero, se adivina el segundo. Suerte.