EL DÍA QUE MARCOS ME HIZO UN CARTÓN

En julio de 2006, días después de las elecciones más limpias y transparentes de la historia –según rezaban los promocionales del IFE de aquel entonces–, el tristemente célebre presidente consejero Luis Carlos Ugalde hizo una de sus tantas ocurrentes declaraciones. Afirmó que las elecciones se ganan por un voto.

A mí, entonces, se me ocurrió el siguiente cartón:



El día que se publicó, se rompió el récord de cartas recibidas en mi buzón de La Jornada –que era de dos–. Y casi todas eran para decirme que, en mi cartón, faltaban varios personajes que también, de alguna manera, habían hecho campaña para incidir en el resultado de las elecciones. Los lectores nombraban a varios, como la Iglesia Católica y hasta a algún caricaturista de casa, pero había dos que se repetían en casi todas las cartas: Cuauhtémoc Cárdenas y el subcomandante Marcos.

Así, al otro día publiqué esta fe de erratas:



Cuauhtémoc Cárdenas, como debe hacerlo cualquier persona sensata, pasó por alto mi caricatura. Pero, al día siguiente, La Jornada publicó la respuesta que Marcos hizo a través del siguiente cartón:



Después de un examen minucioso, tratando de entender el cartón, mi primera reacción fue de un enorme agradecimiento hacia Marcos por haberme dibujado con tanto pelo. Después, me pareció entender lo que su dibujo quería decir. Básicamente Marcos me dibuja haciendo mi cartón atendiendo la sugerencia de gente como Arturo Núñez, Ricardo Monreal y José Guadarrama, es decir, priístas conversos que se acercaron a López Obrador.

La verdad es que la sugerencia fue hecha por auténticos lectores de La Jornada, lectores que , en su mayoría, en su momento apoyaron a Cárdenas y a Marcos, y ahora se sentían traicionados por éstos.

Si Marcos me hubiera enviado una carta, seguramente me habría hecho pedazos con su brillante retórica, pero tuvo la idea de responderme con un cartón. Y ahí sí, con la pena, Marcos no tiene nada qué hacer.

Finalmente creo que la actitud de Marcos en la campaña de 2006 fue, por decir lo menos, cuestionable. No deja de llamar la atención que en el 2000 le haya dado el beneficio de la duda a un candidato como Fox, y en 2006 se haya lanzado con todo en contra de López Obrador.

De cualquier manera, cada quien tiene la libertad de apoyar o criticar a quien quiera. Lo realmente lamentable de todo esto es que Marcos sólo aparezca en coyunturas electorales para dar herramientas a la gente que dice combatir. Y pasando las elecciones, desaparece absolutamente.

¿Dónde ha estado Marcos en todas las luchas que se han dado del fraude a la fecha? ¿Dónde estuvo cuando la pelea contra la privatización energética? ¿Qué ha dicho sobre la guerra al narco, sobre las violaciones a los derechos humanos por el ejército, sobre el nombramiento de Arturo Chávez como procurador? ¿Dónde está su apoyo al SME? ¿Dónde están sus comunicados sobre la crisis, la devaluación, el desempleo?

¿O tendremos que esperar al 2012 para, entonces leer los ataques que seguro hará contra el que sea el candidato de la izquierda?

Lamentablemente, el otrora Durito, se ha vuelto bastante Flacidito.

Qué pena…