CARTONES NONATOS

A veces sucede –muchas menos veces de las que yo desearía–, que, a la hora de pensar el cartón del día, varias ideas aterrizan en el papel. Ojalá así fuera siempre, de esta manera tendría de donde escoger. Lo más común es que, con trabajos, se logre pergueñar una única y solitaria idea. Y más vale que ésta sea publicable.

Pero, decía, en ocasiones sí tiene uno la oportunidad de poder escoger entre dos o más ideas. En esta selección, algunos cartones nunca llegan a ser tales y se quedan en calidad de bocetos garabateados en un papel.

Cada que me encuentro con uno de estos bocetos, me pregunto si no habría sido ese cartón nonato, una mejor idea que la que finalmente sí logró llegar al final del proceso.

He aquí algunas de esas ideas:

Este bocetito lo hice hace años. Siempre me gustó y ya ni siquiera recuerdo por qué se fue aplazando su realización. Más que para cartón, me gustaba para una ilustración. De hecho pensé que hubiera sido una buena portada para El Chamuco, pero en ese entonces, aún no aparecía la nueva época de la revista:



A veces, para practicar, hago los bocetos con la mano izquierda. Éste es uno de ellos con una de las muchas ideas que rondaron a fines del sexenio foxista:



Esta idea, sobre los desfiguros del ombudsman José Luis Soberanes, sobre el caso de Ernestina Ascención, la deseché demasiado pronto. Tal vez merecía otra oportunidad:



Este cartón me gusta. No lo hice porque sabía que en La Jornada no me lo iban a publicar por grosero y soez. De hecho, por eso me gusta. Tal vez algún día lo haga para El Chamuco:



Esos son algunos ejemplos. Mis seis lectores ya me dirán si debí haberlos hecho o estuvo bien que se hayan quedado como cartones nonatos.